viernes, 28 de diciembre de 2012

Para ver la Capilla Sixtina hay que "enfriarse".

Visitantes de la Capilla Sixtina serán “desempolvados” y “enfriados”

La medida, para proteger y reducir la contaminación de los frescos pintados por Miguel Ángel hace 500 años.
Carlos Paul
Publicado: 28/12/2012 12:55

México, DF. A partir de 2013, los más de 5 millones de turistas que visitan al año la Capilla Sixtina, en el Vaticano, serán sometidos a una minuciosa limpieza antes de ingresar al recinto, con el fin de proteger y reducir la contaminación de los extraordinarios frescos pintados por Miguel Ángel hace 500 años.
De acuerdo con Antonio Paolucci, director de los Museos Vaticanos, el aumento de visitantes está causando graves daños a los frescos de la Capilla Sixtina, cuyos “grandes enemigos son el polvo, la temperatura, la humedad y el dióxido de carbono”, aseguró el prelado en una entrevista que concediera al diario italiano Corriere della Sera, la cual fue citada por el portal de Internet rt.com.
La Capilla fue construida en 1484, para el Papa Sixto IV, a quien le debe el nombre, pero fue Julio II quien encargó a Miguel Angel Buonarroti su decoración entre 1508 y 1512. Además de las pinturas del maestro toscano, el recinto alberga las obras de importantes artistas del Renacimiento, como Botticelli, Perugino, Ghinlandaio, Pinturicchio y Signorelli.
Actualmente, se calcula que cada día acuden a apreciar los frescos, en horas pico, alrededor de 300 mil turistas. La cuestión es que esa fluctuante masa de humanidad van cargadas de polvo y alteran con su calor y presencia la temperatura de la sala, donde tradicionalmente se realiza el conclave para elegir a un nuevo papa.
El escritor italiano Pietro Citati exigió que el Vaticano restrinja el número de visitantes, llamado a la Capilla Sixtina “un desastre inimaginable” donde los turistas se parecen “a manadas borrachas”.
Antonio Paolucci sostiene que limitar el número de visitantes sería un salto hacia atrás, cuando sólo unos pocos afortunadas tenían el privilegio de visitarla y conocerla.
Hoy se sabe que los miles de visitantes que deben recorrer a pie la Sixtina, traen consigo sudor, polvo, escamas de piel y pelo; y que cada día, esos escombros corporales se convierten en capas de mugre que se acumulan en las pinturas. De hecho hace dos años los restauradores fregaron una gruesa capa de suciedad.
Para tratar de ponerle un remedio y reducir esa contaminación, los visitantes serán “desempolvados, limpiados y enfriados”, declaró Paolucci, al Corriere della Sera.
El Vaticano tiene previsto instalar en 2013, metros antes de la entrada de la Capilla Sixtina, una alfombra especial, unos potentes aspiradores y un sistema para reducir la temperatura. “Cubriremos el piso 100 metros antes de la entrada con una alfombra que limpia zapatos, instalaremos aberturas de succión en los lados para absorber el polvo de la ropa y bajaremos temperaturas para reducir el calor y la humedad de los cuerpos”, dijo Paolucci.
Y como una medida para reducir el número de visitantes, el Vaticano también planea instalar un viaje virtual por la Capilla Sixtina, con proyecciones de gran tamaño y primeros planos de los frescos de Miguel Angel, acompañadas de explicaciones; ya que cuando los frescos son apreciados in situ, los turistas miran boquiabiertos hacia arriba, al tiempo que son empujados por el cuarto por la muchedumbre.
“El viaje virtual no sería un remplazo de la visita a la verdadera Capilla”, concluyó Paolucci. “Aún cuando es parte del museo del Vaticano, la Capilla Sixtina no es un museo. Es un espacio bendito donde las liturgias importantes son celebradas y donde los Papas son elegidos”.

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