Medalla de bronce para las sirenas
El equipo de natación sincronizada acaba tercero y prolonga el idilio con las preseas
Miraban de lado a lado, sin saber muy bien qué estaba pasando, unos
segundos que ponían más nervios al ya de por sí tenso momento de espera
hasta saber la puntuación que les daban los jueces. Vestidas de plata,
de los pies hasta la cabeza, las sirenas aguardaban veredicto. El Centro
Acuático atronaba “¡España!, ¡España!”, mientras Andrea Fuentes instaba
a seguir dando palmas, como si no pasara nada. Finalmente, aparecieron
los números: 96,920. Virtualmente en el podio: el duodécimo metal de un
medallero bañado en agua sobremanera. Quedaba todavía por saber el color
de la presea, incógnita que despejaron las chinas tras su ejercicio
(97,010): bronce. Así, no renuevan la medalla de plata obtenida en
Pekín, pero sí que extienden una ligazón con los metales olímpicos.
Después de llegar a la final con la tercera mejor puntuación (96,200), por detrás de China (97,000) y de las inalcanzables rusas (98,100), que llevan maravillando a los jueces desde los Juegos de Sidney hace 12 años, las chicas de Ana Tarrés completaron un buen ejercicio final en el que llegaron a volar, pero en el que también fallaron en la acrobacia. Resultado: un bronce, otra medalla.
Después de llegar a la final con la tercera mejor puntuación (96,200), por detrás de China (97,000) y de las inalcanzables rusas (98,100), que llevan maravillando a los jueces desde los Juegos de Sidney hace 12 años, las chicas de Ana Tarrés completaron un buen ejercicio final en el que llegaron a volar, pero en el que también fallaron en la acrobacia. Resultado: un bronce, otra medalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario