lunes, 19 de marzo de 2012

El 'teatro' de la represión policiaca.

No era la simulación de una agresión policial, era teatro
El ministro usó la imagen de una mujer que se había tirado "teatralmente" ante la policía
La protagonista de la fotografía aclara que se trataba de una performance
Los argumentos gráficos del Ministerio del Interior para la carga de Valencia
Dolors Folch Gilbert no sale de su asombro. El ministro del Interior, Jorge Fernández, mostró hace unos días en el Congreso durante su intervención sobre las cargas policiales contra los estudiantes en Valencia una imagen en la que ella aparece tumbada ante un cordón de agentes antidisturbios. El ministro, que defendió la actuación policial, que se saldó con varias decenas de detenidos y heridos, blandió la fotografía ante los diputados y afirmó que la manifestante se había tirado al suelo “teatralmente” ante los policías. La imagen fue publicada por algunos medios en los que se decía que la mujer había sido derrumbada por los antidisturbios.

Folch, tras ver la fotografía en manos del ministro, ha querido “desmentir” que simulara una agresión y expresar su enfado por que Fernández “mezclara” una performance que protagonizó ante la policía durante varios minutos con la polémica de las cargas contra los estudiantes. “En ningún momento yo simulo una agresión. Lo que hice fue un acto teatral en una manifestación pacífica”, la del viernes 17 de febrero, “curiosamente en un momento y lugar que no tiene nada que ver con las cargas policiales” de otras jornadas de la protesta.


El ministro muestra la foto en el Congreso.
En el vídeo que distribuyó Interior, en el que destacan momentos en los que los manifestantes increpan e insultan a los antidisturbios, se recogen algunos planos de ese “acto teatral”. En el minuto 1.57 se ve a Folch caminar por delante de los manifestantes y ante el cordón de policías junto a la plaza de toros de Valencia. Por unos momentos, Folch desaparece del plano para reaparecer segundos después en el momento en que se deja caer al suelo. No se ve a ningún policía tocarla ni antes ni después. Ella misma lo recalca: “En ningún momento fui tocada ni toqué a ningún policía, ni hice simulación de ello”. Y explica su actuación: “El acto teatral consistía en morir delante de la policía. Estuve diez minutos, mirando a los ojos, llorando y cayendo al suelo de una manera claramente artística. Con esta acción teatral quería expresar que el abuso del poder nos está matando, de una manera poética”.


Dolors Folch, en el suelo ante los policías durante su 'performance'. / JORDI VICENT

De hecho, hay fotografías como las tomadas por este periódico en las que se ve claramente cómo Folch, con un paraguas en la mano para dar visibilidad a su actuación, se sitúa frente a los policías y se deja caer. El ministro mostró en la comisión del Congreso la imagen en la que está ya tumbada en el asfalto, a los pies de los policías. Además, Folch reprocha a Interior que en el vídeo solo aparecen “tres segundos” de su acción que no dejan claro que “se trataba de teatro”, y critica que su imagen se mezcle con los planos escogidos por el ministerio para justiciar las cargas policiales. “Me veo envuelta y dolida por la falacia”, se queja.

Folch, de 35 años, se dedica a “pintar casas”, aunque ahora está en paro. Recibe clases de teatro en la escuela municipal de la localidad de Silla y ha creado hace poco con unas amigas la compañía La Tarima Teatre. Acudió a la manifestación del 17 de febrero “para estar al lado de los estudiantes” y, en principio, no tenía intención de actuar. Ante la “impotencia” que sintió al ver el fuerte despliegue policial, fue a comprar un paraguas negro para completar su performance, que desarrolló durante varios minutos en los que cayó ante la policía, se volvió a levantar y se alejó para regresar al centro de la calzada y repetir la actuación. “Este año he aprendido técnicamente a morirme, a caer al suelo”, explica Dolors sobre sus clases de teatro.

Enviar vídeoEl vídeo de Interior.
A partir de un texto de Bertold Brecht sobre las muchas formas de matar y morirse –de hambre, por la injusticia, por la explotación laboral etc-, Dolors experimentó la performance de su muerte teatral una semana antes en una protesta convocada contra la costosa política de grandes eventos del Gobierno valenciano, como el circuito de fórmula 1. “Ahí me fui a morir en un semáforo” de la avenida del Puerto, zona donde arranca el circuito, cuenta Dolors. Y repitió la experiencia en la manifestación de estudiantes. Pero “solo era teatro, nada más”.

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