martes, 25 de octubre de 2011

Berlusconi: el pícaro.

La última jugada de Berlusconi en contra de su exmujer
El jefe del ejecutivo italiano cuela en el borrador de un decreto de ajustes una norma que disminuye la cuota de herencia que se llevaría Veronica Lario en caso de su muerte


Y con esta ya van 40, al menos según el recuento del diario italiano La Repubblica. Como para muchas de las anteriores leyes ad personam (literalmente sería algo así como para una persona) de su era, Silvio Berlusconi ha repetido su método preferido: favorecerse a sí mismo soterradamente, incluyendo unas pocas líneas en un decreto que arregla otros asuntos. Esta vez la modificación otorga mayor discrecionalidad a quien escriba un testamento para repartir su herencia. En otras palabras, permite a Il Cavaliere, de 75 años, reducir la cuota de sus pertenencias que se llevaría su exmujer, Veronica Lario (55), en caso de que él falleciese antes de que se establezca su divorcio.

Por eso, algunos medios italianos han bautizado la medida como anti-Verónica. El vehículo escogido por Berlusconi para cambiar las reglas del partido en el que se juega su legado ha sido un párrafo de la página 193 de un borrador del llamado Decreto de Desarrollo, que contiene los ajustes económicos que Francia y Alemania han estado pidiendo a Italia en los últimos días. Por enésima vez, sus ocurrencias personales se asoman en el Parlamento.

La ley italiana sobre la llamada legítima (la cuota de herencia que reciben obligatoriamente la mujer y los hijos del fallecido) establece que el 50% del patrimonio ha de ser asignado en partes iguales a los hijos, mientras que la esposa ha de recibir otro 25%. El destino del restante cuarto lo decide el autor del testamento.

Según calcula La Repubblica, este reparto dejaría a Lario y a los tres hijos que tiene en común con Berlusconi (Barbara, Eleonora y Luigi) el 56,1% del grupo Fininvest, el coloso televisivo de Il Cavaliere. En cambio, Marina y Piersilvio Berlusconi, primogénitos del premier italiano y frutos de su anterior relación, con Carla Dall'Oglio, se quedarían con el 43,9% de la compañía. De ahí que el mandatario italiano intente sacarse el as legislativo de la manga para favorecer a estos últimos, en detrimento de Lario.

La modificación contenida en el citado borrador deja intactos los dos porcentajes del 25% para la esposa y el titular de la herencia. Lo que cambia es el 50% destinado a los hijos: solo la mitad ha de ser repartida entre ellos en cantidades idénticas. En cuanto a la otra mitad, el autor del testamento decidiría a qué hijos asignarla, permitiéndole a Berlusconi concentrar la mayoría de su patrimonio en las manos de sus dos primogénitos.

"Berlusconi nunca deja de sorprender. Ante el riesgo de una catástrofe económica para el país se preocupa de tutelar sus financias", ha declarado Antonio Borghesi, diputado del partido de la oposición Italia de los valores.

Por algo se montó la que se montó hace unos días en Italia tras una rueda de prensa que ofrecieron Angela Merkel y Nicolas Sarkozy. Al ser preguntados si pensaban que el primer ministro italiano les había ofrecido razones para confiar en su capacidad de arreglar la situación económica del país, los dos mandatarios no pudieron evitar echarse a reír, antes de soltar una forzada respuesta diplomática. Difícilmente esta nueva medida le haya hecho la misma gracia.

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