viernes, 29 de abril de 2011

Israel, no ve bien la reconciliación.

Israel consideró ayer "un error fatal" el acuerdo de reconciliación que el miércoles anunciaron las facciones palestinas rivales, por considerar que mina las posibilidades de alcanzar una paz negociada en Oriente Próximo.

Fatah y Hamás, las formaciones palestinas enfrentadas, se han comprometido a formar un Gobierno de transición con vistas a la celebración de elecciones antes de un año. Israel, que considera terrorista al movimiento islamista Hamás, ha criticado con dureza la reconciliación, que los expertos consideran sin embargo imprescindible con vistas a cualquier negociación dirigida al establecimiento de un Estado palestino.

En 2007, Fatah y Hamás se disputaron por las armas el Gobierno palestino. Desde entonces, la brecha política entre Cisjordania, donde gobierna la Autoridad Palestina de Fatah, y Gaza, bajo el Gobierno de Hamás, no ha dejado de crecer.

"El acuerdo entre Fatah y la organización terrorista Hamás es un error fatal que impedirá el establecimiento de un Estado palestino y supone un sabotaje a las oportunidades para la paz y la estabilidad en la región", dijo ayer Simón Peres, el presidente israelí, en un comunciado. Peres expresó además su temor a que Hamás se haga con el control de Cisjordania si llegan a celebrarse unas elecciones palestinas.

El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, estimó que el acuerdo de unidad es fruto del temor por parte de Hamás a que el régimen sirio, que se enfrenta desde hace semanas a multitudinarias protestas, acabe por caer. "Este acuerdo [de unidad] nace del pánico, un gran pánico", dijo Lieberman a la radio israelí. "Jaled Meshal [líder de Hamás], que vive en Damasco, ve cómo su patrón, el presidente [Bachar] El Asad, dispara a las mezquitas, cómo sus tanques disparan deliberadamente contra civiles y entiende que el suelo arde bajo sus pies", añadió el político ultranacionalista.

Apertura de Rafah
De consumarse, el acuerdo de reconciliación palestina podría tener numerosas implicaciones regionales. Ayer, Egipto, el país que ha ejercido de mediador en el pacto, anunció una primera medida de gran calado. El ministro de Asuntos Exteriores egipcio, Nabil al Arabi, anunció que su Gobierno piensa reabrir el paso fronterizo de Rafah, el que une Egipto con la franja de Gaza.

Hace más de tres años que Israel somete al millón y medio de habitantes de la franja de Gaza a un bloqueo con el que pretende castigar a Hamás. En virtud del bloqueo, las fronteras de la franja de Gaza permanecen selladas y, salvo excepciones, se impide la entrada y salida de personas y mercancías. Hasta ahora, el mantenimiento del embargo ha sido posible gracias a la colaboración del Gobierno del expresidente Hosni Mubarak.

Al Arabi anunció en declaraciones difundidas por la televisión Al Yazira que el paso de Rafah "se reabrirá, y ahora se llevan a cabo gestiones para ello". "Tengo la esperanza de que la próxima semana o en los próximos 10 días se anunciarán medidas para poner fin al sufrimiento de Gaza", dijo Al Arabi.

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