martes, 28 de diciembre de 2010

Un loco amor.

¿Cuánto cuesta demostrar el amor? Para Amalia S. C., una ciudadana rumana de 31 años, exactamente 20 mil euros. Ese es el precio que puso el pasado fin de semana a su liberación tras fingir que estaba secuestrada. Cuando la policía la detuvo poco después, confesó que había simulado su cautiverio para comprobar si su marido le seguía queriendo y salvar, así, su maltrecha relación.

Los hechos se conocieron después de que su pareja denunciase en la comisaría de Alzira (Valencia) que había recibido en el móvil una fotografía de Amalia en la que ésta aparecía atada de pies y manos. La imagen iba acompañada de un texto en el que le exigían el pago de 20 mil euros por su liberación. Al primer mensaje le siguieron otros en los que le apremiaban a entregar el rescate y le exigían no avisar a la policía.

Para entonces los agentes ya rastreaban las zonas de Benidorm y Denia en busca del coche de la supuesta víctima, que finalmente localizó en la N-332 cuando se dirigía a un centro comercial de Gandía. En su interior, sin embargo, no iba ningún secuestrador, sino la propia Amalia, quien, además, se encontraba en perfecto estado. En un primer momento, ésta aseguró que sus captores la había liberado esa mañana, pero poco después se derrumbó y confesó el autosecuestro.

Un caso similar se produjo en las mismas fechas en Las Palmas de Gran Canaria, donde la policía detuvo al apoderado de una inmobiliaria que se inventó su secuestro para justificar el gasto en máquinas tragaperras de 130 mil euros de la empresa. El directivo llegó a disfrazarse, revolver falso incluido, de secuestrador.

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