lunes, 11 de octubre de 2010

Las tragedias humanas, se hermanan.

Ha sido algo inevitable, es una asociación natural en la mente humana, relacionar tragedias en las que las personas se ven sometidas a sufrimientos y calamidades extraordinarias y que al final logran superar todos los obstáculos y se salvan, sobreviven.

Las dos tragedias humanas que pueden tener estos componentes de lucha por sobrevivir lo ejemplifican muy bien: Los mineros chilenos atrapados en el fondo una mina, desde el 5 de agosto y que saldrán a la superficie el día de mañana. Y los sobrevivientes del avionazo en Los Andes en el mes de octubre de aquel lejano año de 1972.

Algunas salvedades necesarias, ambos casos han puesto a prueba las capacidades del hombre ante circunstancias extremas, y han vencido toda clase de dificultades con un espíritu de lucha y una fortaleza psicológica increible.

Los mineros chilenos, al principio se pensaba que habían muerto todos por el derrumbe que ocasionó la explosión, a una profundidad de 700 metros. No fue así. Muy pronto, en términos relativos, se supo que estaban vivos y sanos. También se pudo enviarles víveres y medicinas a todos, y algunos juegos para su entretenimiento para mitigar los efectos de un encierro prolongado.

Además, tuvieron acceso al internet y ,por lo tanto, a la comunicación con sus familiares y con los funcionarios públicos, incluyendo al presidente de la república. El nexo de la comunicación con el mundo exterior, fue en mi opinión, la clave de la superviviencia de estos 33 mineros atrapados en el fondo de la tierra.

Lo que habría que revalorar ahora, como un objeto de estudio, es precisamente esos efectos benéficos entre los mineros, al poder conversar en vivo y en directo con sus parientes más cercanos.

Soportar el encierro forzoso bajo toneladas de rocas y tierra, es como para generar un efecto nocivo entre ellos que desemboque en una claustrofobia galopante. Eso lo sabremos después, cuando hagan los psicólogos su trabajo de evaluación de los daños emocionales.

Hoy se encuentran en Chile, algunos de los sobrevivientes uruguayos que cayeron con su avión en Los Andes, en 1972, para dar ánimos a sus compañeros chilenos en desgracia, los mineros.

En aquel mes de octubre del lejano 1972, 40 pasajeros y 5 tripulantes, su vinieron a pique con su pequeño avión de motores de hélice, cayeron en plana cordillera helada de Los Andes chilenos. Cuando se trasladaban de Montevideo, Uruguay, a Chile para llegar a disputar un partido de rugby en Santiago.

Los 45 pasajeros del avión sobrevivieron al impacto de la nave en el hielo duro, pero después de una semana solo quedaban vivos 27 chicos.

Al cabo de 73 días , en los que se vieron obligados a alimentarse con los cuerpos de sus compañeros muertos, la consigna entre ellos era vivir a como diera lugar.

Sobrevivieron 16, finalmente. De estos chicos, hoy hombres maduros, 4 de ellos se encuentran en la boca de la mina donde los mineros chilenos siguen atrapados unas horas más.

Con la odisea de los jóvenes uruguayos sobrevivientes de Los Andes, se llegó a montar toda una industria del entretenimiento. En 1973 se filmó la película "Víven", antes y después se escribieron varios libros narrando lo sucedido.

Se filmaron documentales en el sitio exacto del accidente. Se organizaron viajes turísticos al lugar donde quedó la nave desecha.

Gustavo Zerbino, 57 años, sobreviviente de aquello, no deja de impartir cursos de superación personal por todo el mundo. El es un producto de la mercadotecnia de la desgracia personal y colectiva,que le produce muchos dividendos económicos, es ahora su modus vivendi.

Gustavo0 Zerbino dice: "Nosotros venimos a decirles a ellos, los mineros, que a nosotros nos dieron por muertos a los pocos días, y tras 73 días, a5 mil metros de altura, con temperaturas que oscilaban entre los 40 grados de calor a los 40 grados bajo cero, frío extremo, sin comida y sin ropa apropiada para esos cambios climáticos tan bruscos, y lo logramos."

Zerbino deja unos consejos a todos los que quieran escucharlo: "Cuando pensás como una víctima y no aceptás lo que ocurrió y buscás porqués, estás mal. Tú tienes que preguntar qué quieres hacer y cómo puedes hacerlo.

"Lo importante en la vida no es lo que te pasa, sino cómo afrontás lo que te pasa.

"El caos se organiza solo. El orden, hay que conseguirlo con trabajo y esfuerzo.

"En la vida solo se quejan los que están bien. Los que están mal saben que hay que organizarse, no hay de otra."

El destino de los mineros chilenos ya está previsto y programado, los esperan 700 periodistas de todo el mundo, quieren saber qué les pasó en ese encierro espantoso, cómo le hicieron para no sacarse los ojos unos y otros. Todos van por la exclusiva, que alguien revele algo terrible y personal que le haya sucedido en las entrañas de la tierra. La prensa quiere sangre, violencia, sudor y sexo. Y lo van a obtener sin duda, pero al paso del tiempo cuando los mineros se decidan a revelar los secretos de lo que ahí se vivió.

Les esperan los estudios de televisión portátiles que ya se instalaron en la boca de la mina, cosa que estos pobres infelices ni se imagina el revuelo que se ha formado alrededor de ellos. Bueno, hasta Don Francisco, el popular conductor de la televisión chilena radicado en Miami, ya está presente en el sitio, listo para sacar la parte dramática de los relatos y poner a llorar a todo Chile


El show ha comenzado, péguese a la televisión de hoy en adelante, porque en cualquier momento salen a la luz esos topos humanos.

Y veremos un espectáculo único, ya nos lo merecemos después de tantos días de espera y ansiedad.

Jalemos el cómodo sillón y las bebidas y los antojitos para picar, mientras la televisión nos enseña las miserias humanas como siempre.

!Salud¡

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