lunes, 18 de octubre de 2010

El crimen de la Zona Viva.

Una lectora que se identifica como Melanie me reprende por no tener datos ciertos acerca de la chica que perdió la vida en una balacera estúpida en plena Zona Viva. Es verdad, no la conocí e ignoro de su vida privada, todo. Pero puedo valorar, por los escasos datos que arroja la prensa, que era una chica preparada e inteligente, y además útil para el país.

Es necesario reivindicar la existencia de Jennifer, así que aquellos que la conocieron deberían escribir su testimonio y compartirlo con los demás. Esto sería de elemental justicia para una vida que se truncó de esa manera tan sin sentido.

Yo lo que hago es señalar el clima de violencia que vive Guatemala, de día y de noche, y en cualquier sitio del país. Hay una confiscación del país por parte del crímen organizado, que debe preocupar al Estado guatemalteco y emprender acciones justas y legales para recuperar las actividades económicas y los territorios que son asientos de las mafias.

Estimada Melanie, yo no escribo telenovelas, yo intento hacer literatura con los hechos cotidianos, esos a los cuales ya nos acostumbramos a mirar sin fijarnos en ellos.

Lamento la muerte de Jennifer, así como de cualquier ser humano sin importar su condición social, tronchar la existencia de gente de provecho es lo que indigna más en este caso bochornoso.

Me uno al duelo de las familias que resultaron lastimadas con esos hecho de violencia extrema.

Espero de usted, mayor benevolencia, para un escritor que quiere denunciar lo que le parece torcido, señalar las lacras sociales y aportar vías de solución más alla de la denuncia.

Finalmente, yo pretendo hacer literatura y no periodismo, porque son campos diferentes. Me interesa más la literatura, y sobre mi trabajo sí podemos discutir acerca de los gustos y preferencias.

Estoy a sus órdenes, estimada Melanie.

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