sábado, 9 de octubre de 2010

Aura Marina, ese sueño posible.

El acto de seducción que se produce todas las noches entre Aura Marina y yo, es inagotable. Ella con toda la creatividad de la que es capaz, a medida que charlamos mediante la famosa video-conferencia, me va enviando los video de las canciones que a ambos nos gustan y que han sido sugeridos sobre la marcha misma de la conversación. Me tiene impresionado con eso, yo no sabría qué hacer si quisiera enviarle un video musical, por decir de Pablo Milanés cantando en vivo "El breve espacio..." Me encantaría lograr ese prodigio de la magia cibernética, que consiste en salpicar de música la charla, en tiempo real.

Hace un par de noches, le comenté a Aura Marina que ella me recordaba aquella fantástica historia llevada a la pantalla en los años sesentas, que se llamó "Un hombre y una mujer". Por varias razones, es una linda historia de amor de dos seres humanos que gozan con ese encuentro de la vida. Aura Marina no lo sabe pero mi deseo incumplido en la vida es no haberme podido comprar un Mustang, ese auto deportivo de la Ford que causó furor en aquellas décadas, y que sale en la película de "Un hombre y una mujer", además el tema musical lo he tarareado toda mi vida.

Cuando le comento este detalle de mi archivo de la memoria cinematográfica, ella se emociona y guarda silencio por unos segundos... De pronto en mi pantalla aparece el video de la película, lo veo al mismo tiempo que hablamos y me conmociono hasta las lágrimas. Sería correcto decir que nos emocionamos los dos, como si nuestros corazones palpitaran al unísono.

Aura Marina tiene muchas cualidades que voy descubriendo paulatinamente, pero su manejo cibernético me sorprende, se las sabe de todas todas, yo me considero un analfabeta en cuestiones de la computadora y su manejo.

Lo que ha crecido de manera gradual es la mutua admiración por lo que somos ahora, nos gustamos como somos en la actualidad, ya siendo personas maduras con un planteamiento amoroso similar, deseamos estar juntos y acompañarnos amorosamente en un ambiente de libertad. Porque solo así es capaz de florecer el amor, en plena libertad. Le da miedo que sea yo quien diga que quiero un amor en libertad, como si eso fuera una amenaza y no una fortaleza para la relación amorosa.

Aparte el aceptar vivir bajo el esquema amoroso de la "Toalla", puede desconcertar demasiado, al pretender que cada uno viva en su propio espacio, y dormir cada quien en su propia cama, y hacer del encuentro un festival de alegría y júbilo sin fin.

La "Toalla" es una parte fundamental del ambiente de libertad que tiene que gozar la pareja cada quien por su lado y cuando exista el deseo irrefrenable del encuentro erótico buscar la oportunidad de coincidir con la pareja.

Este planteamiento ha sido difícil de entender y aceptar para muchas amigas mías, mujeres liberadas y estudiadas, pero quieren una relación tradicional con su varón en casa, bajo el mismo techo.

Le reseño a mi querida y amada Aura Marina, la experiencia que tuve en México hace algunos años, al impartir un taller vivencial sobre el amor. Se llamaba "amores líquidos", nos juntabamos de 15 a 20 personas cada lunes en una famosa librería de la colonia Condesa, para debatir el tema del amor y la pareja en la era actual de la posmodernidad. el taller estaba planeado para durar 3 meses y se prolongó un año debido al interés de las parejas que asistían y de la enorme cantidad de mujeres solas. La mécánica era sencilla, yo impartía una hora de teoría sobre el comportamiento social de las parejas a lo largo de la historia de la humanidad hasta el día de hoy, y luego todos daban sus testimonios acerca de la vida en pareja, destacando las dificultades para realizar una pareja en una era donde todo es desechable hasta las parejas. Por eso le llamo a esas relaciones de pareja: amores líquidos, que se van como agua entre los dedos de las manos.

Nuestro romance entre Aura Marina y yo, está revestido de teorías y prácticas basadas en el ensayo y el error, pero queremos corregir la tendencia entre nosotros, y ser pioneros en una nueva fórmula de la relación de pareja.

Mi sueño, mi ideal, mi utopía, es que Aura Marina y yo volvamos al inicio de la humanidad, que nos convirtamos en Adán y Eva, y empecemos de nuevo, sin pecado original. Que convirtamos a la palabra en el instrumento de la relación para entendernos mejor y alcanzar la paz interior y la dicha de estar juntos en algo posible y deseable.

¿Será posible realizar mi sueño? Mientras tanto a mi Eva su Adán, no le acepta ni una mordida de esa manzana que trae en la canasta. Ya aprendimos la lección.

3 comentarios:

  1. Los sueños son posibles.... adelante con el tuyo!!

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  2. Mientras la primicia de toda relación sea la "toalla" creo que cualquiera podría ser exitosa. Quien no este de acuerdo con ello debe de estar en negación. Creo que lo de calabaza, calabaza, cada quien a su casa también debe tener mucho encanto.
    Es el espacio, los encuentros sin caer en el aburrimiento, lo que enriquece la relación. Cada quien con su mundo, compartido con distancias.
    Tu relación con Aura Marina fluirá por si sola. Adelante con ella y a disfrutar los pequeños y a la vez, grandes momentos de la vida.

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  3. Me gusta mucho el esquema de ¨La Toalla¨. Estoy de acuerdo con zigzaga. La relación se enriquece al tener cada quien su espacio personal. Por cierto, me suena comodísimo. Lo concibo perfecto en la madurez ya que tenemos nuestras excentricidades y formas que no nos da la gana de cambiar porque nos gustamos así.
    Qué bonito pensar en encuentros cuando apetece y no observar a la pareja como mueble atravezado parlante...¿A donde vas, querida?
    ¿Te acompaño en la cocina? ¿Vas a la compu?. Qué horror!!!!

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