miércoles, 8 de septiembre de 2010

La Roja, desteñida.

La Selección de España Campeona del Mundo, jugó en Argentina en el estadio Monumental del River Plate, ante un lleno impresionante, contra la selección argentina.

La derrota es penosa, cuatro goles a uno. Hasta Leo Messi anotó, cuando él no mete gol nunca con la camiseta albiceleste. Pues ahora sí.

Un gol fue ridículo, se resbaló el portero español, y le regaló el gol al delantero argentino.

Los cuatro jugadores de cambio que entraron para la segunda fase, tampoco funcionaron en el esquema del equipo.

La defensa estuvo pésima, lenta, sin piernas, para correr detrás del balón y mucho menos detrás de los delanteros argentinos. Hizo falta Puyol.

Sigo siendo fiel admirador de la escuadra española, pese a su fatal juego en Argentina.

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