jueves, 2 de septiembre de 2010

La Brenda quiere en la Vieja Catedral.

La Brenda es una necia, como todos saben ya, pero ella insiste en casarse en la Vieja Catedral de Vitoria, templo católico de estilo gótico, situado en la parte más alta de la colina en la que se asentó la ciudad, fundada en 1118.

La Vieja Catedral de Vitoria, capital de la Provincia Vasca de Álava, España, fue cerrada al publico desde 1994, para someterla a un complejo Plan de Restauración. Ya le expliqué a La Brenda que su idea de casarse ahí es materialmente imposible, ya que esa catedral tiene problemas estructurales desde su nacimiento. La Catedral formó parte de la muralla medieval de la ciudad en su ala norte.

La maqueta de la catedral de Vitoria es una réplica exacta de Notre-Dame de Paris, bellísima, pero inaccesible al público y menos para efectuar matrimonios en su interior.

Pero La Brenda le ha insistido tanto a José Ignacio Urquiola, que su boda se lleve a cabo en la vieja Catedral, que el pobre hombre ya habló hasta con el Obsipo de la ciudad para obtener los permisos corerspondientes. La respuesta, obviamente, no ha llegado y solamente faltan diez días para la boda espectacular de La Brenda con el señor Urquiola.

El señor Urquiola tiene dinero e influencias, pero me parece que la petición de La Brenda está fuera de lugar. Ya le expliqué porque no puede ser su boda en esa bella catedral. Simplemente está en obras de restauración, inclusive las autoridades han dispuesto un dispositivo para entrar al recinto a observar las obras de los restauradores en plena acción y cobran por entrar veinte euros.

La única forma como pude forzar a La Brenda a cambiar el sitio de su boda, fue que se cambiara a la otra Catedral La Nueva, que fue construida en el siglo XX en un estilo Neogótico, con el simple argumento que en La Vieja Catedral espantan.

Resulta que en las excavaciones de los sótanos, que se han efectuado recientemente en La Vieja Catedral, han aparecido miles de osamentas humanas producto de la Peste Bubónica, o negra, que asoló toda Europa en el Medievo, diezmando las poblaciones de Francia, España y demas naciones circundantes.

Esta noticia a La Brenda la impactó tanto que optó de inmediato cambiar de recinto religioso para su boda y sus quinientos invitados especiales, de los cuales una ínfima cantidad serán mexicanos, el resto vascos de la región de Álava.

Lo que no me explico cómo fue posible que José Ignacio Urquiola, el futuro marido, oriundo de ahí, de Vitoria, no supiera que esa Catedral está en restauración desde hace más de veinte años; si eso lo saben hasta los niños de la escuela primaria de Vitoria.

Pero al parecer el marido, rico industrial vasco, no tiene una instrucción educativa muy elevada, aunque La Brenda tampoco.

Ahora todos los arreglos de la iglesia se están haciendo en la Nueva Catedral, tal como yo le sugerí a mi amada Brenda desde un principio. Pero es una necia divina.

Cuando ella pide algo imposible, todo el mundo está dispuesto a complacerla de inmediato, entiendo la perturbación del pobre hombre con el cual se va a casar, yo pasé por lo mismo. Sacudía su larga melena negra, abría sus grandes ojos verdes color aceituna, sonreía con esos labios carnosos, naturales no como los de la Angelina Jolie, y mostraba esa perfecta dentadura blanca y pareja, era imposible decirle que no.

En ese matrimonio soñado por ella durante un largo tiempo, se une la riqueza material de él, que es inmensa, y la belleza extraordinaria de ella. Ambas cosas se pueden acabar con el tiempo, no se sabe cuánto puede durar ese encanto, pero se va acabar.

Desde Guatemala esperaré recibir muy pronto noticias y fotos, o videos de la boda de mi amada Brenda, que luego les comentaré a todos ustedes que me siguen en esta saga increible.

2 comentarios:

  1. Entonces no vas a la boda. Va a estar preciosa la Brenda.

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  2. Qué ganas de excavar y de estudiar tanta osamenta europea!!!!

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