A los 76 años dejó de existir Helen Escobedo, gran artista mexicana de las artes plásticas, hija de padre mexicano y madre inglesa, quien dedicó su vida entera a la creación con cientos de instalaciones, que dejó esparcidas por todo el mundo.
Era una artista visual de primer orden, reconocida nacional e internacionalmente, con múltiples premios y reconocimientos a su talento y creatividad.
Helen le dedicó gran parte de su trabajo artístico a la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, dirigiendo proyectos y museos universitarios. También sirvió al Instituto Nacional de Bellas Artes INBA, con gran eficacia y dedicación.
A Helen la conocí y traté allá por los años ochentas, en su bella residencia en el Pedregal de San Angel, muy cerca de Ciudad Universitaria. Esa mansión de piedra volcánica la había construido el arquitecto O´Gorman, con un gusto exquisito y un sabor mexicano. Con modificaciones posteriores, la mansión de Helen fue pensada para que sus dos hijos estuvieran de un modo independiente y se pudieran reunir cuando quisieran en una área común. Era la casa ideal para gente independiente, como ella y sus hijos.
Recomiendo ampliamente el extraordinario reportaje que le hizo mi colega Angélica Abelleyra a Helen Escobedo, y que fue publicado en La Jornada. Una buena semblanza de Helen Escobedo, sin duda.
Descanse en paz esa gran artista genial y lúdica siempre.
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