Hace unos días falleció un personaje de la extrema derecha guatemalteca, y la prensa se ha llenado de artículos laudatorios y homenajes sin fin, lo que demuestra el claro perfil reaccionario de los periodistas y articulistas de los pocos diarios de este país.
El hombre de ochenta cuatro años, se caracterizó por su pensamiento liberal a ultranza, defensor de las élites económicas de Guatemala, férreo soldado de la libre empresa y del mercado. Fundó una Universidad, la Francisco Marroquín, donde se forman los cuadros dirigentes del país con esa ideología conservadora y reaccionaria.
El personaje se llama Manuel Ayau Cordón, y su mote de toda la vida fue, MUSO, que responde a su caracterización frecuente en la infancia de Benito Musolinni. Un fascista era su ídolo y su inspiración posterior como político. Decía mi maestro Freud: infancia es destino.
Manuel Ayau se afilió al Partido de Liberación Nacional, ese partido que sirvió a los intereses norteamericanos en la invasión mercenaria que derrocó al gobierno democrático de Jacobo Árbenz, en 1954. Ayau fue el abanderado del PLN en las elecciones presidenciales en años posteriores al golpe de estado.
Llama la atención el hecho sociológico del desbordado homenaje que le hacen al MUSO, la derecha ha perdido a su dirigente máximo, a su líder intelectual y moral.
Pero las ideas del MUSO no le han servido a los millones de guatemaltecos que siguen en pobreza extrema y emigrando a los Estados Unidos, porque los gobiernos neoliberales del país no tiene sentido social si no que sirven exclusivamente al enriquecimiento de sus clases altas.
Guatemala perdió a un émulo de Benito Musolinni, !!Qué tragedia¡¡
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