martes, 24 de agosto de 2010

El viejo que escribía historias de amor.

Las historias de amor siempre han gustado a todo el mundo; el mundo entero está ávido de ellas.

La inspiración de este viejo escritor sobre una historia de amor, que habla de una mujer enamorada como una loca de un hombre imposible, tiene una razón de ser que la hace real, La Brenda existe como mujer adorable y enigmática, con una recia personalidad y una sed de amar sobre todas las cosas. Vive para el amor.

Las aventuras de La Brenda están reseñadas puntualmente en este blog, sus idas y venidas por todo el mundo, sus contradicciones entre ser una mujer independiente o mejor casada, su incomparable belleza física muy mexicana (ahora que el concurso de Miss Universo lo ganó una mexicana, se comprenderá mejor el atractivo visual de La Brenda.), sus arranques súbitos para ir directamente al descubrimiento de lo insospechado, sus desplantes para conquistar el amor del hombre de su vida, su infinita capacidad de sorprender a propios y a extraños, sus lealtades y sus traiciones como le ocurre a cualquier ser humano.

Hoy, La Brenda se encuentra en Vitoria, una linda ciudad del país Vasco, España, dispuesta a casarse con un hombre viudo que está perdidamente enamorado de ella. Jósé Ignacio Urquiola es el nombre de este acaudalado empresario vasco, que pondrá a los piés de La Brenda todo su patrimonio, que es bastante para que ella simplemente le alegre la vida con su presencia y sus ocurrencias sin límites.

La Brenda dejó una historia de amor pendiente con un hombre guatemalteco que conoció en México, psicoanalista él, para ir en búsqueda de la felicidad a España, que para ella consiste en ser una mujer casada y bien pertrechada económicamente hablando.

Su amante guatemalteco, gozó y sufrió las aventuras de La Brenda durante dos largos años, durante los cuales ella viajó por Europa y Africa, queriendo "comerse el mundo" con sus enormes ojos verdes. Exponiéndose a enfermedades, secuestros y a noches de amor forzadas con hombres de otras culturas. Pero siempre mantuvo la lealtad a su hombre guatemalteco, a quien le confió todo lo sucedido en esa travesía. Inclusive le comentó que un hombre muy rico español, le ofreció de inmediato matrimonio y hasta le compró el vestido de novia en Paris, cosa que ella aceptó gustosamente.

La Brenda tuvo la osadía de enviarle a su amante guatemalteco una invitación a la boda, y un pasaje de avión de ida y vuelta (Guatemala-Madrid-Guatemala). Quiere que él sea testigo de su felicidad al casarse por primera vez, con un hombre que bien podría ser su padre.

El amante guatemalteco sufre las consecuencias de la decisión de La Brenda, aunque él fue el primero al que ella le pidió casarse por la iglesia, siempre mantuvo su postura de seguir soltero o de conviviente pero llevando vidas separadas, cada quien en su casa, cosa que a La Brenda la enojaba mucho, porque ella estaba convencida que uno se casa para compartir la cama y el baño todos los días. !!Cómo que en casas separadas¡¡ Eso era algo inaudito para ella, tan romántica y tan posesiva.

La Brenda se casa en la catedral de Vitoria, el día 15 de septiembre, que es la fiesta de la Independencia de México, ella quiere simbolizar con eso su independencia del hombre que eligió como marido. La Brenda tiene un patrimonio propio, no se casa por dinero, se casa por querer vivir lo que toda mujer sueña desde niña, vestir de blanco y escuchar pajaritos sobre su cabeza. Y tirar el ramo a las solteras y solteronas que van a la fiesta. Y, brindar mesa por mesa con los cientos de invitados de él, porque de su parte habrán unos cuantos invitados que llegarán desde México, por eso era muy importante que su amante guatemalteco la acompañara y atestiguara silenciosamente su sueño realizado.

Para su amante guatemalteco, La Brenda es más que un hermoso cuerpo escultural, más que un par de ojos verdes aceituna, más una larga cabellera negra azabache que le llega a la cintura, y más que su metro ochenta de estarura. Es, sobre todo, una niña demandante de afecto y de enorme cariño, que nunca tuvo de pequeña.

El amante guatemalteco estará atento el día 15 de septiembre, considerando las 7 horas de diferencia entre América y Europa, para acompañar a La Brenda en su boda fantástica que ella planeó detalladamente y que costará una fortuna, y ella lo vale.

A las 7 de la mañana del día 15 de septiembre, las 2 de la tarde en España, en Guatemala un hombre enamorado de La Brenda le deseará a la distancia que sea muy feliz.

Quizá derrame algunas lágrimas de nostalgia...

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