Hoy jugaron las selecciones nacionales de México y España en el Estadio Azteca de la ciudad de México, ante 120 mil espectadores, el resultado fue un empate a un gol.
La selección mexicana incluyó a todos sus jugadores jóvenes que en la pasada Copa del Mundo, en Sudáfrica, Aguirre no quiso alinear. Hoy se demostró que México tiene posibilidades reales de destacar en el fútbol internacional con esa nueva camada de jóvencitos talentosos: Memo Ochoa, Guardado, Chicharito Hernández, Giovanni Dos Santos, Carlos Vela, etcétera.
Sin embargo, son más poderosos los intereses de la Televisión Privada y los patrocinadores comerciales, para imponer a los entrenadores nacionales las alineaciones con jugadores viejos, pero que tienen contratos comerciales millonarios, como es el caso de Rafa Márquez, Cuaúhtemoc Blanco, El conejo Pérez, Gerardo Torrado.
Hoy México jugó a su nivel y España, no. La selección española venía de unas largas vacaciones sin entrenamiento alguno. Por eso se notaron los hispanos faltos de condición física y de entendimiento entre ellos, hubo muchos cambios ordenados por Del Bosque, para no agotar a sus jugadores provenientes del Barcelona.
México dominó a velocidad el encuentro durante casi los noventa minutos reglamentarios, hasta en la agonía del encuentro España encontró la red rival.
Hoy México jugó a la altura, a una altura superior de los dos mil trescientos metros sobnre el nivel del mar, por eso los hispanos arrojaban espuma por la boca del gran esfuerzo de correr a esa altitud.
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