viernes, 9 de julio de 2010

Qué somos: ¿novios, amantes o amigovios?

En la era de la posmodernidad es difícil que las personas acepten las etiquetas antiguas, es más yo diría que ahora es más complicado definirse así mismo, y peor aún el tratar de definir la clase de relación con el otro. ¿Cómo calificarla?

Cuando una persona se siente atraída por otra (sin importar el sexo), en lo que menos se fija es en tratar de catalogar el tipo de relación que va a establecer, quiere estar unido a alguien y ya.

Las viejas etiquetas de amigos, novios, amantes, y la última de moda, amigovios (amigos con derechos plenos sobre el otro), no permiten a las parejas que se sientan satisfechas plenamente porque parece que todas esas etiquetas entrañan serios compromisos.

La posmodernidad es precisamente, la era del NO compromiso; nadie se compromete con nadie a mediano y largo plazos, nadie es fiel a sus marcas o productos, nadie sigue lealmente a su equipo deportivo por mucho tiempo, las personas van cambiando de preferencias como una veleta al viento. Igualmente, sucede con los partidos políticos sus militantes, fuera del núcleo duro de siempre, pueden cambiar su voto por una playera, gorra, beca, crédito, estufa, refrigerador, etcétera, sin sufrir incomodidad alguna por su cambio abrupto de postura ideológica.

En el amor sucede igual, todo es efímero, el amor eterno puede durar una semana o dos, cuando alguien de los dos se aburre con su pareja aplica el eslógan de "úsese y tírese". El cambio permanente evita el aburrimiento del siglo XXI, todos cambian todo.

Lo que atrae es solamente lo nuevo, lo exótico, lo espectacular, las personas se han vuelto admiradoras de los fuegos artificiales, que iluminan los cielos con destellos de luces multicolores muy lindos y que luego se apagan, eso es la posmodernidad: lo éfímero como ideal de las cosas y las relaciones, nada dura para siempre, sólo los diamantes.

No existe una situación que pueda ser más bochornosa para una pareja, que cuando se plantea uno de los dos la pregunta fatal: "Mi amor, ¿qué somos? el silencio que acompaña a esa pregunta es de mucho sufrimiento, nadie quiere decir que quiere un compromiso al aceptar el título de novio o prometido. Al final las parejas, hacen de cuenta que son !!algo¡¡ pero que no se puede determinar qué es.

Las parejas amorosas navegan en mares de incertidumbres infinitas, llenas de preguntas sin respuestas claras. Y, así continúan navegando juntos, sin saber qué son y mucho menos a dónde van juntos.

Esta la era de los amores líquidos, esos que se diluyen entre los dedos irremediablemente.

Por eso es la era de lo desechable y de lo efímero.

La era de los hiper-egos y del hiper-consumo.

El único compromiso que podemos establecer es con nosotros mismos, y eso a veces...

1 comentario:

  1. Todo muy cierto, aunque personalmente, hay una parte de mí que claudica insesantemente de lo efímero y que aún cree en la posibilidad del amor trascendente... tal vez me quede sólo en eso, en la posibilidad de la creencia.

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