jueves, 10 de junio de 2010

La televisión engaña.

En menos de veinticuatro horas arranca el Mundial de Fútbol en Sudáfrica y México juega el partido inaugural con la selección anfitriona.

La televisión privada, patrocinadora comercial de la Selección de México, es la primera interesada en seguir vendiendo una buena imagen de un equipo de fútbol bastante mediocre, pese a su último triunfo frente a la selección de Italia, los comentaristas deportivos e incluso los comentaristas políticos, se prestan al juego de la manipulación mediática.

Algunos ilusos piensan y lo dicen al aire, que México va a ganar la Copa del Mundo (¡¡), pienso que no hay tal ilusión o deseo de que triunfe México, sino que es signo de un verdadero cinismo.

El fútbol es una gran negocio económico, esta es la premisa principal desde la cual debe partir cualquier análisis sociológico o antropológico.

Mañana once de junio el mundo entero paralizará sus actividades cotidianas para sumergirse durante un mes en el mundo de la televisión y el fútbol.

La sugerencia inteligente es ver los partidos de fútbol en silencio, sin la voz de los narradores, que por lo regular dicen cosas que no están sucediendo en la cancha.

En México la mayoría piensa que la selección nacional arrollará a la sudafricana con suma facilidad. Es una afirmación temeraria, por supuesto. Están subestimando al anfitrión, que estará respaldado por miles de fanáticos dentro y fuera del estadio, haciendo un escándalo mayúsculo con sus trompetas de plástico.

Es difícil sustraerse del tema del fútbol en estos siguientes días, pero intentaremos escribir de otros temas.


Mis favorios para ganar la Copa del Mundo, son Brasil y España.

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